20:26 1/7/2006 Albert Masnou
Scolari inculca a sus discípulos una filosofía en la que no cabe ni la relajación, ni dar la menor facilidad al adversario
El fútbol es la guerra y todo vale con tal de salirse con la suya. Es la filosofía de un tipo con fama de muy duro.
Fue una guerra, como las que me gustan a mí. Como un partido de la Copa Libertadores”. Lejos de inquietarse por las expulsiones de Deco y Costinha, Luiz Felipe Scolari estaba eufórico por el triunfo contra Holanda. Había sido una batalla vivida con intensidad por toda su plantilla. Hubo muertos, es cierto, pero también hubo victoria, que es lo que cuenta para Scolari. Este sentido bélico de los partidos se constata en sus declaraciones (a las eliminatorias les llama mata-mata) y en su táctica para motivar a los jugadores. La plantilla lusa ha sido ‘scolarizada’ otra vez en las horas previas al partido de hoy contra Inglaterra.
Por la noche, en el hotel de concentración, Scolari se para ante las puertas de sus habitaciones y les coloca un cartón por debajo de la puerta. Nada más despertarse, los jugadores pueden leer alguna de las indicaciones del técnico. En las paredes del vestuario también planta inscripciones con el fin de prepararles para la batalla. Y es que las teorías de Scolari salen del libro ‘El arte de la guerra’, escrito hace más de dos mil años por Sun Tzu, un estratega militar chino. Scolari extrae frases del libro para sus jugadores: “La invencibilidad está en la defensa, la posibilidad de victoria en el ataque”, “Mantengan el adversario sobre presión, cánselo”, “Descansado, esperarás a un enemigo cansado”, “Cuando las tropas están organizadas, el cobarde se convierte en fuerte; desorganizadas, el fuerte en cobarde”.
Scolari empezó a usar estas tácticas en el Mundial del 2002 con Brasil. Por aquel entonces, consideró que Anderson Polga, ahora en el Sporting de Lisboa, debía profundizar en estos conocimientos bélicos por ser demasiado pacífico y le regaló el libro completo. Se lo tuvo que leer y luego se lo preguntó.
En Alemania, Scolari ha ido un poco más lejos en la preparación psicológica de sus jugadores y también ha recurrido a un segundo libro, ‘Volando como un águila’ del brasileño Joao Roberto Gretz, quien explica cómo veinte comportamientos del águila pueden ser usados en la vida cotidiana.
Con estos libros de cabecera, no es una casualidad que Portugal sea el equipo que más faltas cometa y el que más expulsiones ha recibido en este Mundial.
Un marcaje de una cámara de TV daría material para varias películas. No sólo es imagen. Cuando habla, provoca. Cuando el bocón ataca, su mundo calla y teme.
En Portugal lo respetan. Se ha ganado los apodos de ‘Sargentão’ y ‘O Disciplinador’. Creen que llegó para poner orden y límites a un equipo con tanto talento como fragilidad espiritual. Su estilo picante y sin filtro chocó contra un grupo no acostumbrado a su trato agresivo. En un entrenamiento puede humillar a un futbolista distraído con una sarta de insultos que harían poner colorado a quien fuese.
La afición lusa le adora y sus jugadores también. Deco indica que “la clave del éxito de Portugal es Scolari”. Figo declaró que “perder a Scolari después del Mundial sería retroceder veinte pasos”. ‘O Sargentao’ les ha puesto a firmes a todos.
Fonte: Diario Sport (Espanha)